domingo, 25 de junio de 2023

Harta de como es percibido el BDSM

Puede que, como muchas otras cosas en la vida, esté equivocada, o puede que no, quien sabe. Por eso lo voy a poner por escritoa ver qué pasa.

Antes os pondré en antecedentes. Todo ha venido a raíz de haber publicado una ilustración en un foro (no hace falta que entre en detalles, solo decir que es un foro de artistas). Para mi es una ilustración bastante inocente, que solo se ve un ropework hecho sobre una persona vestida con un kigurumi. Pues me la han censurado diciendo que en el foro pueden entrar menores (a pesar de haber un sistema de censura para impedir que se vean estas cosas de primeras), y que por eso no permiten imágenes pornográficas.

 

La cuestión es que me he dado tremendo hostión de realidad sobre lo atrasada que está la percepción del BDSM en la sociedad. Me ha venido un ataque de ansiedad a la vez de un ataque de risa, de risa por lo ingenua que soy al creer lo integrada que está esta subcultura a día de hoy. Pues no, al parecer la sociedad en general nos sigue percibiendo como un atajo de sectarios depravados y pervertidos (es por eso que no me gusta nada cuando personas dentro del mundo del BDSM se autocalifican como pervertidos y/o depravados, auqnue sea para hacer la gracieta, pero eso es tema para otro post)

Siempre estoy luchando por la normalización, que reducir el BDSM a “solo sexo” es como reducir a los seres humanos a “seres follantes”… Es cierto que el BDSM tiene un componente sexual muy potente, pero también involucra relaciones entre personas, y una manera de ver, y entender la vida más allá de los convencionalismos. Además desde hace años se pueden considerar las cuerdas como una variante artística.

Y me asquea, porque llevaba un tiempo con mucho optimismo, diciendome, o más bien engañándome diciendome que el El BDSM cada vez estaba mejor visto. Pues parece ser que no.

Lo que más rabia me ha dado es que estuve curioseando en el foro, y he visto imágenes que son sexualmente muy sugerentes, por ejemplo una ilustración de una tenista de bastantes curvas jugando en postura innecesariamente sexy, con ropa muy, muy escueta, y las tetas saliéndose de su minúsculo top, con los pezones fuera… Que me digan que una imagen así sí es válida mientras que mi muchacha mi muchacha con cuerdas es porno… pues qué queréis que os diga, duele bastante.

Es más llego a pensar (lo dicho, quizá me equivoque) que mi ilustración no solo la puede ver perfectamente una persona menor de edad, sino que sería bueno porque daría pie a explicarle que hay un tipo de sexualidad y subcultura que involucra el uso de cuerdas y cadenas, y el intercambio de poder, y crecería en la tan ansiada normalización del BDSM.

domingo, 16 de abril de 2023

BDSM y estilos de vida

A veces, leyendo por ahí me cruzo con textos de personas que afirman que el BDSM es (para ellos) un "estilo de vida".

Entiendo que el BDSM sea muy importante en tu vida, y que rija muchos aspectos de esta (y lo entiendo porque para mí lo es), pero de ahí a llamarlo "estilo de vida" creo que es pasarse.

El BDSM ES una sexualidad, de eso no hay duda, ya que son una serie de comportamientos y prácticas sexuales entre individuos.

El BDSM también ES una subcultura, pues es una manifestación sociológica de un grupo de personas con intereses y comportamientos similares (aglutinados alrededor de la sexualidad mencionada) diferentes a los de la cultura imperante.

Pero lo que el BDSM NO ES, es un estilo de vida, pues este se define como una serie de patrones, comportamientos, hábitos e intereses dentro de una sociedad. Y con sociedad se refiere a TODA la sociedad, y no la pareja y el grupo de personas / amigos del mundillo (es decir, desde el vecino, al panadero, compañeros de trabajo, transeúntes de la calle, etc).

Y eso es así porque...

  1. No podemos vivir en una dinámica D/s (tiro hacia el D/s en 24/7 por ser lo que más se acerca a 'vivir' el BDSM). Es decir, que no podemos ir con actitud dominante o sumisa por la vida (en el trabajo, en los estudios...). Es igual de malo llevar actitud dominante con los demás en la vida cotidiana, como actitud sumisa. Supongo que no hace falta explicar por qué.

  2. Aunque la dinámica D/s la llevemos entre pareja/amigos/personas de confianza, tampoco podemos hacerlas por la calle y en público, delante de todo el mundo. No por pudor ni nada de eso, sino porque no podemos hacer partícipes de nuestros juegos a personas ajenas sin su aceptación y consentimiento, que aunque nos parezca muy divertido sacar a nuestra 's' de la correa a pasear por el parque, o darle una torta por desobedecernos mientras estamos en la cola del cine, en una sociedad que persigue la igualdad, la verticalidad de nuestra manera de hacer puede ser interpretada como maltrato, además de que nadie tiene por qué ver ni saber (dicho burdamente) lo que hacemos 'en la cama'

Como dije, el BDSM puede ser algo muy importante, ser el eje de nuestras vidas, la chispa que nos mantiene vivas, y llevarlo más allá del ámbito sexual, pero nos guste o no, vivimos en una sociedad, y dependemos de ella para funcionar, así que el BDSM no es, ni será jamás un estilo de vida.

 

ParoxDark, 2016

domingo, 29 de enero de 2023

BDSM y la suerte de vivir en el lugar adecuado

Hay un tema del que no se habla mucho (al menos no escucho hablar mucho) pero miles de personas sufrimos, que es que, el desarrollo de nuestra faceta BDSM está directamente relacionado con le lugar donde vivimos: es más fácil llevar y desarrollar una vida bedesemera plena si vives en el lugar adecuado. No digo que no se pueda hacer, solo que es más difícil y requiere mayor esfuerzo. Me explico.

Yo he vivido toda mi vida en un pequeño pueblo. Creo que sobra decir que la vida social bedesemera en un pueblo pequeño es prácticamente nula, que seguramente hayan personas que lo practiquen y formen parte del colectivo, pero vete tú a saber quienes son, y más importante, si quieren relacionarse con alguien de la localidad, pues no es ningún secreto que los chismes y el qué dirán es inversamente proporcional a la cantidad de habitantes (y a mucahs personas les importan esas cosas). Eso quiere decir que en estas pequeñas poblaciones no vas a encontrar ni fiestas ni locales ni reuniones ni personas con las que conversar del tema, ni nada.

Por otro lado, conozco a personas que viven en capitales, que están muy integradas en la vida social BDSM, donde hay locales, fiestas, talleres y quedadas casi todas las semanas, donde hay más aperturismo a la hora de relacionarse.

Por eso pienso que no es lo mismo vivir en uno de los focos del BDSM como es Barcelona, que en Madrid, que en Málaga, que en Torre del mar, o que en Sedella. Una persona que vive en Barcelona o alrededores tiene disponibles muchos eventos a los que acudir, tantos que incluso se llegan a pisar entre ellos, a varias paradas de autobus o metro. Quien viva en Sedella tendrá que hacer un desplazamiento de hora y media hasta llegar a Málaga, o dos horas hasta llegar a Granada (buena parte por carretera de montaña), para poder asistir a una de las fiestas o quedadas que se hacen de tanto en tanto. Eso si se dispone de vehículo propio. Ni qué decir tiene que si desea ir a alguna fiesta en Madrid o Barcelona el esfuerzo es mucho mayor.

Pero ir a fiestas y quedadas no lo es todo en el BDSM… o sí, porque en los lugares donde más se mueve el tema es donde mayor densidad de personas practicantes hay, es decir, más facilidad para encontrar a alguien con quien sesionar, entablar una relación o compartir momentos. Estamos en las mismas. Si una persona de Sedella tiene que ir a Málaga, Granada, Madrid o Barcelona para relacionarse, lo hará menos veces que alguien de la propia capital del BDSM.

Una ventaja que tenemos ahora es Internet, que al menos podemos relacionarnos con personas independientemente del lugar. Aunque como todo , hay dos peros:

  1. Si entablamos amistad con alguien que viva lejos, sin la posibilidad de que una de las dos se pueda mudar, las relaciones a distancia suelen ser difíciles.

  2. Todas las comunidades BDSM que he conocido tienen la imperiosa (y absurda) necesidad de poner caras a las personas, y de forma encubierta demandan que la persona en cuestión asista físicamente a las fiestas y reuniones (que no entiendo por qué, si al fin y al cabo va a ser una persona real, la IA todavía no ha avanzado tanto… además si no hay interés en formar una relación, sesionar etc, qué más da…). Que está muy bien conocer y que te conozcan en persona, es que no entiendo esa especie de vacío que pueden llegar a hacer.

Otro problema, aunque menor por la existencia de Internet, es la adquisición de equipo. ¿Cuantas Sex-Shop creéis que hay en Sedella? Y de todas ellas, ¿cuantas están especializadas en BDSM? Creo que no hace falta que responda. Al momento de escribir esto, solo conozco una tienda especializada en BDSM en Málaga, así que es fácil hacerse una idea.

Que sí, que por Internet puedes encontrar de todo, pero a veces es bueno ver el producto, palparlo, apreciar sus dimensiones y acabados… sobre todo si son cosas grandes y caras, y que por su tipología no se pueden devolver.

Como persona que vive y ha vivido siempre en un pueblo pequeño, sin bares BDSM, sin fiestas, ni eventos ni talleres… os digo a quienes vivís en grandes ciudades, que a veces no sois conscientes de la suerte que tenéis :P (y si no es mucho pedir, un poquito de comprensión).