lunes, 31 de mayo de 2021

El BDSM como fenómeno social

 Nota: Esta entrada es un extracto de mi TFE que presenté en Septiembre de 2020 para los Estudios Superiores de Diseño de Moda, titulado 'K'.

Folsom Street Fair · 2012 · San Francisco · Fotografía de Torbak Hopper

Aunque el BDSM es, en principio, una práctica o conjunto de prácticas sexuales, la realidad es que estamos ante un auténtico movimiento sociocultural. Como subcultura posee una identidad bien definida, asi como literatura, arte y cine propios, además de una serie de símbolos distintivos establecidos. 

También se celebran eventos relacionados, sobre todo en países como Alemania o Estados Unidos, y días remarcados, como el 24 de Julio en España, o la Folsom Street Fair de San Francisco, en Septiembre. Si bien, a diferencia de otras subculturas que son reconocibles a simple vista, los integrantes del BDSM pasan desapercibidos en el entorno público debido a los prejuicios existentes, recurriendo a símbolos sutiles para reconocerse y ser reconocidos.

Es por eso que aunque ámpliamente extendido, está muy invisibilizado, siendo difícil conocer su extensión. Según un estudio de 1999 del Institut für rationale Psychologie existe entre un 8% y un 25% de población euro-americana con un interés claro en el BDSM, y con un 40% al 70% que desearía experimentarlo de forma ocasional con sus parejas. Otro estudio de 2002 de Frankfurter Rundschau en más de 40 países estima que sobre el 20% de la población lo ha practicado alguna vez. En España, un estudio llamado BDSM: Teoría y Práctica de 1996, sitúa en un 23% de hombres y un 19% de mujeres que han practicado alguna vez el BDSM, mientras que el 33% y el 45% respectivamente tienen fantasías relacionadas. Es evidente que aunque solo es una fracción del total de la población, estaríamos ante casi un cuarto de esta con una relación activa con el BDSM, sin contar con quienes fantasean o lo practican ocasionalmente. Y tratándose de estudios antiguos, anteriores a la publicación de ciertas obras mediáticas que lo han popularizado, podemos decir que a día de hoy, hay mucha más gente que lo practica de la que podemos pensar.

Este practicante de BDSM pertenece a cualquier edad, estrato social y cultura, pero el modo de manifestarse depende de las franjas de edad: las nuevas generaciones (aproximadamente hasta los 30) tienen una actitud abierta, sin preocuparles el “qué dirán”. A partir de esa franja de edad, aunque se mantiene la actividad dentro del colectivo, hay un enmudecimiento en cuanto a la expresión pública, pues crecieron en un entorno donde las sexualidades alternativas eran tabú.

Concurso de ataduras durante la BondCon 2013 · Munich · Fotografía de JIP


El BDSM está asociado a países y culturas desarrollados, aunque existe a escala global, no se expresa de igual modo: mientras que en países con una fuerte represión sexual, como pueden ser países árabes como Emiratos Árabes Unidos o incluso Marruecos, se vive de forma clandestina, en países de Europa destacando Alemania e Inglaterra, su aceptación es mayor. Estados Unidos, a pesar de tener una cultura muy conservadora, ciudades como San Francisco resultan ser un faro en cuanto a liberalización sexual. En estos lugares mencionados se celebran anualmente fiestas y ferias referentes al tema.

En España hay bastante aperturismo, aunque no llega a niveles como otros países europeos, y hay cierta reticencia a la hora de mostrarlo públicamente. El foco se centra sobre todo en la ciudad de Barcelona, donde históricamente fue el primer lugar donde se abrieron mazmorras y locales BDSM sobre los años 80.

viernes, 26 de febrero de 2021

Historia del BDSM 5: En la actualidad

Nota: Esta entrada es un extracto de mi TFE que presenté en Septiembre de 2020 para los Estudios Superiores de Diseño de Moda, titulado 'K'.

Aunque en los inicios del siglo XXI no hubieron grandes cambios, en 2011 apareció una saga de novelas y llevadas al cine en 2015, que a pesar de haber sido muy criticada, ha supuesto un punto de inflexión en cuanto a la popularización del BDSM. Hablamos de ‘50 Sombras de Grey’ de E.L. James.

En ellas se narran las aventuras de una Anastasia, una chica que, por amor, acaba entrando en una relación D/s con el Sr. Grey, un magnate de los negocios. A pesar de esto, las novelas no ofrecen un buen ejemplo de BDSM ya que entran en juego temas como el chantaje emocional, celos y relaciones no consensuadas, pero es indudable el efecto positivo en la percepción de esta sexualidad y estilo de vida de cara a la sociedad, favoreciendo su normalización, y reflejándose esta popularidad en la aparición de muchas más novelas y sagas de temática similar.

A día de hoy, aunque este tipo de novelas han perdido el tirón inicial, los efectos de lo que consiguieron todavía se notan, estando el panorama mucho más tolerante que hace 10 o 15 años.

Cartel de la película “Cincuenta Sombras de Grey” de 2015, con Dakota Johnson y Jaime Dornan.

domingo, 21 de febrero de 2021

Historia del BDSM 4: Mientras tanto en japón...

Nota: Esta entrada es un extracto de mi TFE que presenté en Septiembre de 2020 para los Estudios Superiores de Diseño de Moda, titulado 'K'.

Durante el periodo Edo de Japón (1603-1868) se desarrolló un arte marcial centrado en la inmovilización y control de prisioneros mediante encordamiento: el Hobaku Jutsu u Hojojutsu. Se trataba de una refinada técnica con diferentes escuelas y técnicas, cuyos maestros las mantenían en secreto. Sus finalidades, aparte de mantener al reo bajo control, era humillarlo, y torturarlo. Además, a través del tipo de soga y de atadura, se describía el tipo de crimen y la clase social de la persona atada. A estas técnicas se las conocieron como Shibari. Independientemente de la escuela, existían varias reglas aceptadas: 
  • No infligir daños físicos permanentes.
  • Impedir al prisionero la posibilidad de auto liberarse.
  • Nadie podía presenciar la técnica.
Con el tiempo y de forma natural, esta técnica de encordamiento pasaría al ámbito privado, dando paso al refinado rito erótico del Kinbaku, o arte de atar.

En 1868 se inicia la restauración Meiji, caracterizada por una apertura del país a las potencias occidentales. Recordemos que casi todo el periodo Edo se aplicó el Sakoku, una política exterior restrictiva, fuera o no japonés, nadie podía entrar o salir del país sin aprobación del gobierno. Esta apertura significó un periodo de esplendor donde convivieron tradición y progreso. En este marco nace Seiu Ito (1882-1961), un ilustrador y fotógrafo, que tras haber estudiado el Hojojutsu en profundidad, reescribió las reglas del Kinbaku, disociando finalmente del arte marcial para hacerlo independiente y recreativo, tal como lo conocemos hoy en día, es decir como un ritual planificado, creando un vínculo entre el atador (kinbakushi) y el atado (dorei) con un público, con el fin de preservar al aspecto marcial ante la improvisación que surge en la transformación hacia lo sensual.

Durante la primera mitad del siglo XX el Kinbaku se popularizó enormemente en Japón. Tras las 2ª Guerra Mundial se establecieron bases militares permanentes estadounidenses. Estos militares, en contacto directo con la cultura japonesa, conocieron también el arte del encordamiento, que llegó, a través de ellos, a occidente sobre los años 60, aunque no se popularizaría hasta bien entrados los 90.

El atador japonés Hajime Kinoko y su bottom Aimi en una exhibición en el Museum of Sex, Nueva York, durante la inaguración de la exposición de Araki “Sex, Life and Death in the work of Nobuyoshi Araki”, en 2018.



miércoles, 17 de febrero de 2021

Historia del BDSM 3: Segunda mitad del siglo XX

Nota: Esta entrada es un extracto de mi TFE que presenté en Septiembre de 2020 para los Estudios Superiores de Diseño de Moda, titulado 'K'.

Aunque durante la primera mitad del siglo XX se extendieron las publicaciones de las que hablé en el post anterior, los practicantes de BDSM eran individuos o grupos aislados. El reconocimiento como grupo cohesionado vino de mano de un colectivo sin relación con los anteriores, que veremos a continuación.

Vieja Guardia

En los años 50 aparece en Estados Unidos, por primera vez, un grupo consolidado alrededor de las prácticas SM, la denominada Gay Leather, que hoy conocemos como ‘Vieja Guardia’. Su origen es incierto, atribuyéndose a la expresión sexual desatada por los soldados que combatieron en la 2ª Guerra Mundial. En 1951 se funda el primer local SM de la historia, el Shaw’s, en Nueva York.

Esta comunidad del cuero tenía reglas muy estrictas. Ligado al colectivo homosexual masculino, excluía a los heterosexuales, y se veía con malos ojos incluso al existencia de personas switch, no considerándose participantes “puros”. Por supuesto no concebían la práctica del SM como mero juego sexual, siendo en su lugar un auténtico estilo de vida. Poseían un código de vestimenta muy característico, basado en el cuero y colores para identificarse, que lucían utilizando pañuelos. Este tipo de protocolos se dieron a conocer a través del libro de 1972 ‘Leatherman’s Handbook’, de Larry Townsend, considerado un auténtico manual.

A partir de los años 60, siguiendo los pasos estadounidenses, empiezan a surgir nuevos grupos y asociaciones europeas, en países como Inglaterra, Alemania, Francia, Bélgica u Holanda, celebrándose también las primeras fiestas públicas, como la celebrada en Colonia, Alemania en 1969, con una asistencia de más de 100 personas.

Aparte de ser el primer colectivo homogéneo, lucharon por los derechos y por visbilizar este tipo de sexualidad.

El ilustrador Tom of Finland supo retratar la esencia del movimiento leather de los años 60.

Nueva Guardia

Aunque las prácticas BDSM se realizaban en paralelo a la Vieja Guardia por practicantes heterosexuales y homosexuales femeninas, es partir de los años 80 cuando empiezan a integrarse, dando a principios de los 90 lo que conocemos como Nueva Guardia, con un criterio más relajado y progresista, donde se reconoce el BDSM heterosexual y lésbico, asi como practicantes switch. Aparece la figura Femdom, o Domitatrix, haciéndose muy popular.

Vieja escuela y nueva escuela

No hay que confundir estos términos con vieja y nueva guardia. En la actualidad se utiliza “vieja escuela” para nombrar a los practicantes de BDSM anteriores a los años 90 y/o pre-Internet, con una línea de pensamiento más conservadora y rígida en el uso del protocolo, mientras que la “nueva escuela” se refiere a las nuevas generaciones que lo viven de una manera más libre y sin normas más allá de las impuestas dentro del ámbito de pareja.

Demostración de una suspensión parcial en Folsom Street Fair 2005, San Francisco.


domingo, 24 de enero de 2021

Historia del BDSM 2: Primera mitad del siglo XX

Nota: Esta entrada es un extracto de mi TFE que presenté en Septiembre de 2020 para los Estudios Superiores de Diseño de Moda, titulado 'K'.

Con la llegada del nuevo siglo aparecieron por primera vez publicaciones puramente fetichistas, como London Life en 1918, que además incluía anuncios de contactos y fiestas privadas. A esta revista le siguieron otras como la alemana ‘Asa’ (1927) o ‘Paris Sex-Appeal’ (1933).

También en estas fechas se popularizan los relatos eróticos del editor Charles Carrington. Camuflados como las típicas historias de aventuras con doncellas en apuros, escondían auténticos relatos eróticos.

Ilustración de uno de los relatos de Charles Sackville, “Mr Howard goes yachting”. editorial Carrington, 1908. En el, un hombre adinerado se dedica a viajar por el mundo para obtener esclavas sexuales.

Muchas publicaciones de relatos eróticos siguieron sus pasos, pero siempre de manera encubierta. No sería hasta los años 40 cuando surgen dos figuras que cambiarían el panorama: John Willie e Irving Klaw.

John Willie (1902-1962) fue un artista estadounidense especializado en Pin-Up. Dibujó numerosas portadas de revistas, y muchos bombarderos de la 2ª Guerra mundial lucieron sus ilustraciones. De 1945 a 1959 publicó de forma irregular la revista Bizarre, que se distribuía bajo pedido, cuyo contenido era generado por él mismo en su mayor parte. A partir de esta revista también publicó ‘Sweet Gwendoline’ un escueto cómic BDSM que influenció futuros artistas como Eric Stanton o Gene Bilbrew. Tras publicar el número 23 de su revista, Willie fue diagnosticado con un tumor cerebral, muriendo varios meses después, no sin antes destruir todos sus archivos. 

 Ilustración de portada de John Willie, de su la revista Bizarre número 4, 1946.

Irving Klaw (1910-1966) fue un fotógrafo estadounidense. Influenciado por John Willie, a partir de 1948 se especializó en la fotografía fetichista, quien vendía su trabajo por correo. Fotografió a celebridades como Betty Page, Barbara Leslie, Vicky Hayes o Lili Dawn, asistido por su hermana quien maquillaba y ataba a las modelos. A partir de 1957, tanto él como sus modelos empezaron a ser presionados por el gobierno, por supuestos “delitos contra la decencia”, que lo forzaron a clausurar su negocio de venta por correo, y finalmente a quemar todos sus negativos, perdiéndose para siempre más del 80% de su trabajo.


Fotografía de Betty Page tomada por Irving Klaw, 1954.